Tal es el caso del corralón “Materiales 41”, ubicado en la avenida 2 de septiembre y Ruta 41, y que tiene su depósito en una calle paralela a la ruta y que vino a romper con a tranquilidad de una zona de quintas, donde habitan belgranenses y quienes buscan tomar un descanso.
No son pocos los que señalan que los camiones con acopio de materiales pasarían a alta velocidad, transitan las cuadras que separan el lugar de acopio – que se encuentra fuertemente custodiado por cámaras de seguridad - y el corralón y cruzar la ruta de manera rauda, sin tener en cuenta que se trata de una de las arterias de acceso al distrito.
Asimismo, expresaron su preocupación por el perjuicio que genera el uso de las alcantarillas existentes y el impacto negativo en la zona residencial. La actividad del corralón habría disminuido el valor de las propiedades, e incrementado el tráfico de camiones, el ruido y el polvo, afectando la tranquilidad y la seguridad de los residentes.
Todos estos inconvenientes están generados por un estado ausente, en manos del intendente Osvaldo Dinapoli, quien parece “fingir demencia” ante esta situación.
El tema llegó hace unos meses al Concejo Deliberante donde se trató una Ordenanza presentada por concejales de Fuerza Patria que solicitaba la realización de una alcantarilla independiente para el Corralón de Materiales de Construcción “Ruta 41”, ubicado en la Ruta 41. De esta manera, la salida de los camiones del lugar de acopio hacia la ruta sería directo, sin la necesidad de utilizar la calle interna de la zona, y sin los inconvenientes que se describieron anteriormente.
En este contexto, el deliberativo autorizó a José Andrés Budnikow Kukwa, propietario del Corralón “Ruta 41”, a construir una alcantarilla independiente con recursos propios; instruir a la Secretaría de Obras Públicas a supervisar la obra y asegurar el cumplimiento de las normas de seguridad vigentes; y promover la colaboración entre el propietario, la Municipalidad y Vialidad Provincial para garantizar la seguridad y la convivencia en la zona.
Pasaron los meses y nada de ello ha ocurrido, sufriendo los vecinos la ausencia del Estado en materia de cuidados de calles, en la búsqueda de retomar la tranquilidad del lugar, y en generar los consensos necesarios para llegar a un acuerdo.
Cabe recordar que una alcantarilla independiente es fundamental para proteger el valor de las propiedades, garantizar la tranquilidad y la seguridad, preservar el embellecimiento y la calidad de vida de la ciudad, y fomentar la buena convivencia entre los vecinos y los propietarios y trabajadores del corralón.
Infracción y respaldo de la Municipalidad
El corralón “Ruta 41” también tiene una infracción impuesta por la Subsecretaría de Minería de la provincia de Buenos Aires el 5 de junio de este año bajo el numero E OL-056-2025, por tener materiales en lugares indebidos, en la vía pública.
Según señalan, desde el corralón presentaron una nota justificando la acción, y la misma sería acompañada por el Ejecutivo local, lo cual representa un respaldo municipal al corralón en cuestión. La duda está en si el intendente Osvaldo Dinápoli – si firmó la misiva – sabía de qué se trataba.
No obstante, el corralón, y su titular José Andrés Budnikow Kukwa figuraría en el listado de proveedores municipal, haciendo más cercano el vínculo con el oficialismo local.
Según los registros a los que pudo acceder este portal, Budnikow Kukwa tiene comienzo de operaciones en ARCA (ex AFIP) en el año 2018 con las actividades “venta al por mayor de artículos para la construcción”, “servicios de almacenamiento y depósito” y “servicios de asesoramiento, dirección y gestión empresarial realizados por integrantes de cuerpos de dirección en sociedades excepto las anónimas”. Y ese mismo año figura en el registro de proveedores de la Comuna. Cabe recordar que Dinápoli gobierna el distrito desde el año 2015.
La planificación y el turismo, relegados
La situación limite que viven en el barrio da cuenta de la falta de planificación municipal. Un lugar de quintas, donde lo que los belgranenses elijen para pasar sus días en tranquilidad, se ve alterada, y con un gobierno que parece hacer oídos sordos a las solicitudes, dejando en soledad a quienes habitan allí.
Asimismo, el cruce de la ruta 41 exige un nivel de organización, y la seguridad vial se ve alterada ante la presencia constante – según indican los vecinos – de camiones y maquinas.
Cabe recordar que deben recorrer las arterias que incluyen una de las rotondas del acceso, que está con poca señalización, y sin iluminación. No son pocas las veces que han ocurrido accidentes en ese lugar de la ciudad. A la vista está en las fotos que ilustran esta nota.
La ciudad de General Belgrano se caracteriza por sus atractivos naturales y actividades como las termas, y actividades náuticas en el río Salado.
No obstante, un inconveniente ínfimo como el que estamos describiendo en este artículo basta para alterar la tranquilidad que buscan quienes viajan a ese cálido distrito de la quinta sección electoral.
Un problema que viene a complicar la situación del ejecutivo local
Como se mencionó anteriormente, la gestión de Dinapoli comenzó en el año 2015, llevando 10 años de ejercicio en el poder. Lo que parecía un vinculo de sintonía entre el Ejecutivo y los vecinos de ese distrito parece haber comenzado a romperse en el último tiempo, y la derrota electoral de septiembre pasado a manos de Fuerza Patria, generó una fuerte crisis política en el gobierno municipal de General Belgrano.
Esto no pasaría desapercibido por la gestión, siendo en las últimas semanas el cambio de gabinete lo que sobresale en los anuncios del jefe comunal de origen radical: anunció la salida de dos funcionarios que formaban parte de su equipo desde 2015. Se trata de Facundo Cappone, quien dejó el cargo de Director de Planificación, y de Renato Morato, Director de Servicios Públicos, quien finalizará sus funciones a fin de mes.
Los cambios se dan en el contexto de un alto desgaste político y fuertes cuestionamientos al funcionamiento general del Ejecutivo.
Uno de los mayores inconvenientes que vendrían expresando los belgranenses es la poca capacidad de respuesta por parte del gobierno, sus problemáticas no son resueltas, y muchas veces no son siquiera recibidos tanto por el intendente como sus funcionarios.
Otra situación que enoja, sobretodo a los empleados municipales, es la situación en la que se encuentran, y los supuestos nombramientos de nuevos funcionarios con altos sueldos.
En lo que se interpreta como un giro en la postura gremial, el Sindicato de Trabajadores Municipales de General Belgrano, que hasta ahora se había mantenido en un perfil moderado decidió no callarse más y “cantar las 40”. La carta marca un quiebre claro en la relación: pasaron de la calma institucional a un reclamo abierto, público y sin filtros.
Encabezado por Juan José Rodríguez (Secretario Adjunto) y Raúl Enrique (Secretario General), se envió una dura carta al intendente Osvaldo Dinápoli cuestionando la decisión de incorporar siete nuevos coordinadores con sueldos estimados en $1.800.000 mensuales, en áreas que según remarcan ya cuentan con directores, secretarios y jefes jerárquicos.
El sindicato afirmó que si la gestión no logró satisfacer las expectativas de la población durante estos años, lo “saludable” sería revisar el desempeño de los actuales funcionarios y no sumar nuevas capas administrativas.
Asi las cosas, todo es una sumatoria de dolores de cabeza para el jefe comunal que no logra reencausar su gestión, con belgranenses que parecen estar enojados, con hechos que ponen en duda la honradez del Ejecutivo, y con dos años de mandato que le restan hasta 2027.